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Portada del periodico ABC:
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Noticias
  • Una pantera nos miró fijamente
    El «saber estar» es uno de esos conceptos típicamente sevillanos inaprehensibles para el forastero, como la «categoría». Lo que sí resulta evidente es que nadie supo estar en la famosa Madrugada de 2000, la de esas «carreritas» cuyo diminutivo no hace sino agravar la sensación de pánico –como cuando una película de terror está protagonizada por un niño–. Y algunos, ni siquiera estuvimos. Hay aborígenes, sí, que hemos pasado un lunes del pescaíto comiendo cabrillas en el Parque Alcosa hasta muchas horas después del alumbrado y a quienes, pese a que ya nos dedicábamos al periodismo, nos pilló aquella Madrugá en el sótano de un bar clandestino. Tomábamos, disimulando las arcadas, el Domingo de Resurrección el aperitivo de salchichón y... Ver Más
  • LLuvia de pétalos para recibir en Toledo a la Virgen del Amparo
    Las nubes se fueron para dejar, -este año sí-, a la Virgen del Amparo y su cortejo lucirse por la calles de Toledo. Tras un triste Miércoles Santo, en el que por primera vez el Cristo de la Humildad no pudo poner en la calle su cruz guía por la lluvia, y que obligó también a regresar al Cristo Redentor, el sol salió para acompañar a esta cofradía, una de las más populares de la ciudad, que fue fundada por los trabajadores de la Fábrica de Armas en 1952. Al caer la tarde, puntual, arrancó la procesión del Jueves Santo que encabezaron los cuatro pasos de siempre: 'La Oración en el Huerto', el 'Cristo amarrado a la columna'; 'Nuestro Padre Jesús de Nazareno', y la preciosa talla del Cristo de la Agonía, del siglo XVI. Se ponía en marcha este gran cortejo, uno de los más multitudinarios de la Semana Santa de Toledo, que presidió el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro. En la puerta del templo primado, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que llevaba cuatro años sin desfilar
  • La Reina Sofía acompaña a los pasos de la Macarena en su salida
    Como ya hiciera en 1984 acompañada de toda la Familia Real, la Reina Sofía asiste a la salida de la hermandad de la Macarena, uno de los momentos cumbre con la que se inicia la Madrugada de la Semana Santa de Sevilla. Momentos antes de que saliera el paso del Señor de la Sentencia, Doña Sofía estaba en el atrio de la basílica junto al alcalde de Sevilla, José Luis Sanz ; la consejera de Cultura, Patricia del Pozo , y el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero . Posteriormente, la Reina va a acompañar a ambos pasos en su salida en la presidencia del Señor y de la Virgen. La madre del Rey Felipe VI continúa así con su visita privada a la capital hispalense para disfrutar del paso de las cofradías en las horas más importantes de esta celebración religiosa. En la tarde de este Jueves Santo , la Reina acudió a la Capilla de los Marineros, desde donde también tiene previsto salga la Esperanza de Triana para realizar su estación de penitencia esta Madrugada. También ha visitado el santuario de
  • «Ábranse las puertas de los Terceros 121 años después»
    Han pasado 121 años de la última vez que se abrían las puertas de los Terceros para ver salir de allí a la cofradía de las Cigarreras. Ayer, durante el fervorín, el hermano mayor pronunció esas palabras para comenzar una insólita estación de penitencia que dejó otro reencuentro con la sede histórica de la primera fábrica de tabacos. Todo fue nuevo y a la vez antiguo. Todo fue hermoso y perfecto. El único pero del Jueves Santo: las sillitas en los cruces se multiplicaron Es imposible encontrar algo negativo un Jueves Santo pleno, cuando Sevilla sublima su belleza y perfección. Por eso, sólo desentona un tipo de público al que sigue dándole igual que haya señales que prohíban el uso de sillitas en los cruces. Se apostan allí por cientos y hacen hasta corrillos sin dejar pasar a nadie. Y lo peor, nadie actúa por más que lo prometieran reforzar el control hace una semana.
  • Jueves Santo en Córdoba, el triunfo de lo invariable
    Amaneció con los nubarrones grises con los que se despidió la noche anterior. Mal presagio para comenzar las horas del nudo en el estómago, de los últimos retoques al hábito nazareno para andar por la tarde sobre el camino de las devociones de siglos. El Jueves Santo no puso el sol en lo alto del cielo azul que todos esperaban en los primeros compases. Demasiados días sin certezas pesaban ya en el ánimo de las cofradías y en el público, la tregua que parece que iba a haber tras tantos días plomizos no era tan cierta. El viento frío seguía congelando el ánimo de la primavera, se hacía sorprendente ver abrigos bien entrado abril. Por segundo año consecutivo, la devoción y la fe a tiempo completo parecían no ser suficiente. La consulta apresurada en las aplicaciones de meteorología le robaban minutos a lo que de verdad importa. Pero antes de las cinco de la tarde el sol se hizo ayer un lugar entre las nubes en este mes de las mil lluvias. Los más ansiosos por ver salir la primera cofradía aguarda