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- Nil Riudavets, bronce en el Mundial de triatlón paralímpico
El ejemplar deportista ha demostrado una vez más coraje, constancia y talento para subirse al podio en su pruebaSeguir leyendo ... - Alumnat estranger
.Seguir leyendo ... - No, ni tal se probará…
Leo, sí, un poco... Es difícil no hacerlo cuando has aprendido a leer. La comprensión implica otros ámbitos. De chico, orientado por un buen maestro de traje gris, descubrí con Gabriel, grumete de Galdós, las derrotas, también las otras, las distancias y el nombre de mares y pueblos en los libros. No paraba de leer, era inevitable no navegar entre palabras. Lejana quedó la réplica de Humillos, alcaldable daganceño, cuando le preguntaron si sabía leer. «–No, ni tal se probará…». Decido a veces leer en voz alta, pausado, si el tema me atrapa por su fondo y estilo. Actualmente leo menos libros, pero, si me cautivan, no puedo dejar de hacerlo; y remiso atraso su final. Sonrío, pienso y siento entre sus páginas. Me hago preguntas, cuyas respuestas los autores solo amagan. Un titulado per se no posee el ‘don’ de conectar con el lector. Todo, en páginas de papel.Seguir leyendo ... - A la luz de mi memoria
Mirar el canalillo de su blusa con dos botones desabrochados era perderse por un precipicio de tentaciones y promesas por cumplir. Federico García Lorca fue un poeta que se perdió en Nueva York. Yo me perdí en un sitio más pequeño: un pinar de Cogolludo (Guadalajara) buscando esclatasangs. Llegó un momento en que todos los pinos me perecían iguales; recuerdo que me paré delante de una «pabrada» y alcancé a decirme ¡ostras tú!, juraría que a esta «pabrada» hoy la he visto ya tres veces. Soy también muy bueno perdiendo cualquier cosa. Tenía yo un plus de empatía hacia el Rey Emérito antes de que se coronase de emérito, empatía que he perdido por completo y no digo más porque no quiero perder la tranquilidad como Mariano Revilla por meter las narices en los asuntos del emérito.Seguir leyendo ... - El alumno invisible…
Últimamente, en las aulas, corregimos demasiadas redacciones que no parecen humanas. Frases demasiado ordenadas, argumentos impecablemente estructurados, conclusiones que suenan más a algoritmo que a adolescente. Y uno se pregunta si está evaluando a un alumno o a una inteligencia artificial.Seguir leyendo ...