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- Sa Tanca, menuda «bicoca»
Conjugar en tiempo futuro es de por sí incierto, nadie sabe qué va a pasar cuando empieza un nuevo día, pero usar el ‘ya veremos’ cómo forma de planificación del gasto público y sin tener un objetivo claro es simplemente dilapidar el dinero. En 2021, cuando se adquirió el edificio del fallido centro comercial Sa Tanca de Sant Lluís, ya parecía un destino poco apropiado para la ecotasa, el impuesto que se recauda del turismo para compensar los impactos de esa industria y reinvertir en conservación y sostenibilidad. Entonces el anterior gobierno municipal proclamó que era para recuperar el paisaje urbano y «una bicoca» de 2,1 millones de euros. Lo cierto es que el chollo pagado entre todos se ha revelado como una carga. Seguir leyendo ... - El apagón
Les he hecho el favor de no decir ni una palabra del apagón en una semana, porque les supongo más hartos de palabrería sobre el apagón que del apagón mismo. Es inevitable que cada vez que ocurre algo calamitoso se genere un alud incesante de palabrería, con pretensiones informativas o lo contrario, a la que se agrega la verborrea de los que aprovechan la ocasión para arrimar el ascua a su sardina, de tal manera que el griterío (y los murmullos) llega a ser peor que la calamidad en sí.Seguir leyendo ... - Amor y odio
Muchos desaprensivos han convertido las redes de internet, mal llamadas sociales, en una mezcla de vomitorio y patíbulo en el que escupen su odio, propagan calumnias y dan rienda suelta a sus más abyectos instintos. Cada vez con mayor asiduidad, conocemos casos de personas convertidas en alimañas que se regocijan de la desgracia ajena. Ese odio también ha entrado en programas de televisión, y, lo peor de todo, es que también ha entrado en el Parlamento. Parece que los elegidos por el pueblo no saben que ese discurso del odio constituye una amenaza para los valores democráticos, la estabilidad social y la paz.Seguir leyendo ... - Bigalot
Mentre fas carn capolada em dius paraules. Saps què vol dir bigal? –Sí, un bigal és un home molt alt i a vegades també corpulent... I un bigalot? -Aquesta no la conec... Un al·lotet és el qui està entre els set i els deu anys i un al·lot fins els quinze. Un bigalot és un adolescent que ha fet ‘s’estirada’: Aquest al·lot en poc temps ha fet una bona estirada! Ha crescut dos pams, s’ha fet alt com un bigal!També es diu ‘s’al·lot’ a un jove de fins uns vint anys, que fa feines d’aprenentatge o poc rellevants. Als tallers de bijuteria era qui feia els missatges.Seguir leyendo ... - Nada de promesas
El noble arte de cumplir las promesas, da igual de qué índole sean, se está quedando en nada y ya carece de todo valor. Teniendo en cuenta la cantidad de cosas que se nos prometen -cada vez más- que después se desvanecen como la luz del atardecer, ya no se puede confiar en nadie. Porque las promesas nos llegan como torpedos, a cualquier hora, y desde diferentes frentes. El ejemplo más fácil de poner es el de los políticos, porque tiene como un recochineo añadido. La gente los vota y ellos se relamen, seguros de que si no lo hacen bien, no les pasará nada. Se trata, pues, de un ejemplo tan manido como repulsivo. No se puede confiar en nadie. Imagínate cómo se va a poder confiar en las promesas. De risa. Las promesas de amor eterno intercambiadas entre la brisa primaveral o bajo un paraguas compartido, siempre en la intimidad, tampoco son creíbles. ¿Quién se acuerda de aquel beso que nos hizo querer estar toda la vida con el besado (o la besada)? Esto demuestra que las promesas incumplidas pueden ven