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- Una afición muy viva
Para quien ha vivido todos esos años donde al Reino de León iban 'los 2.000 de siempre', un desplazamiento de 100 personas era de los grandes de la temporada y el rara avis en un grupo de gente joven leonés era ser de la Cultural, qué gozada es ver una afición tan viva como la que tiene ahora mismo el club. Evidentemente estar en Segunda ayuda, pero esto es algo que se viene fraguando a fuego lento desde años atrás. Y los resultados, con cinco victorias ya a domicilio que era algo complemente impensable en agosto, también, pero que a nadie se le olvide que se agotaron 1.200 entradas en una hora para Santander tras meterte cinco el Burgos y 'bailarte' en una horrorosa primera parte el Sporting antes de empezar a ganar. No es sólo una cuestión de cifras, pero también hay que hablar de ellas. Es que da para reflexión el arduo debate que nos hemos montado sobre que fueran sólo 3.800 espectadores al partido de Copa con el Andorra (con razón por la diferencia por lo habitual y si me preguntáis sí, fue u - Cuarenta años unidos
El 15 de diciembre de 1985 es la referencia del nacimiento de Jóvenes Agricultores –hoy ASAJA–, aunque los primeros pasos los dieron sus promotores incluso dos años antes. El lunes se cumplen pues cuarenta años de trabajo en defensa del sector primario de la provincia de León. Otras organizaciones se han quedado por el camino, por eso es la que tiene más historia, pero sobre todo es la que tiene más socios, más simpatizantes, más empleados, más oficinas, la que presta más servicios, y la que, hasta ahora, gana por goleada todas las elecciones en las que se mide la representatividad agraria. Soy consciente que las siglas, de por sí, y más las personas, suscitamos adhesiones y rechazos según para quién, y que la crítica es lo más común, y lo que más destaca, en todo lo que tiene una imagen pública. Pero dicho esto, el sector agrario y ganadero de la provincia de León goza de unas estructuras que lo representan como nunca hubiera soñado, y que para sí querrían otros sectores de una econom� - Amigos salvajes
Ayer encontré mis botas de agua y las de Pequeño Zar, que siempre dejamos a la puerta, tiradas en medio de la calle. «Es Red», dijo V. como si eso lo explicara todo. Red es un cachorro de zorro que nos visita con nocturnidad y alegría. Red apareció hace unos meses junto a su madre y otra cría. Fue una visión fugaz. Entonces V. instaló una cámara trampa detrás de casa y comprobó que por allí solo pasaba una de las crías. Tendría un par de meses, estaba esquelética y hambrienta. «Es raro que se encuentre sola siendo tan pequeña. Ha debido de pasarle algo a la madre», pensó. Empezó a dejarle comida. Cada noche, el zorrín se la zampaba. Cinco meses después, el zorrín ha crecido. Y la amistad entre Red y V., también. Juegan. ¿Qué no es posible? Por la noche, Red roba las botas de V., las mordisquea, las esconde. Por la mañana V. las busca. Red, Red, ¿dónde están mis botas? A veces aparecen, a veces hay que seguirles la pista entre los castaños o en la huerta del vecino. Yo estoy muy int - Nos roban la atención
Días atrás bajaba por la Cuesta de Moyano cuando me topé con la escultura de Pío Baroja que no veía desde hacía tiempo. Algo hizo clic dentro de mí. Por unos instantes añoré el libro 'La Busca' que había leído cuando era estudiante de COU, y de la mano de su protagonista indiscutible, Manuel Alcázar, volví a transitar por las corralas y los bajos fondos de un Madrid que ya no existe. Pero por esas conexiones involuntarias del pensamiento, sentí sobre todo un vivo pesar por todos los libros que estoy perdiendo de leer debido a la atención prestada al mundo virtual, esa telaraña adictiva que poco o nada positivo me devuelve. Mientras el aire frío me sacudía el rostro y las conversaciones de viandantes anónimos se sucedían a mi paso apresurado, vinieron a mi cabeza, como en una sucesión de imágenes en blanco y negro, pequeños gestos olvidados como escoger lentejas sobre la mesa de formica -yeros y piedritas a un lado, legumbre a otro-, que con el dorso de la mano volcaba en un plato de acero e - Carta a un adolescente (y a quienes todavía se buscan a sí mismos )
Hola, amigo. Quiero hablarte sin lecciones, solo desde la experiencia de haber sido tú, con dudas, miedos y esa sensación de no encajar del todo. No busco convencerte, solo ayudarte a mirarte sin miedo, porque sé que a veces lo que sientes pesa más de lo que dices y parece que nadie lo nota. Quiero que revisemos juntos algunas ideas que te han acompañado sin que las hayas elegido. Muchas parecen verdades, pero no lo son. Y si no las cuestionas, pueden convertirse en límites que arrastres sin darte cuenta, esos que te hacen pensar que no eres suficiente o que vas tarde cuando en realidad vas justo a tu ritmo. La primera es esta: «Mi valor depende de mis notas». No. Tus notas dicen algo sobre cómo estudias, pero no hablan de tu creatividad, tu liderazgo, tu empatía, tu sensibilidad ni tu forma de recuperarte cuando fallas. La escuela mide una parte mínima de ti; la vida necesitará mucho más de tu mundo emocional y de tu capacidad para levantarte cuando algo no salga como esperabas. Luego está la idea
29/03/2024 