Noticias
- Flotando en el viento
Me gusta pensar que los nombres de las calles son algo así como una carta de presentación de la ciudad. Por aquí cerca tenemos Azabacherías, Herreros, Carnicerías, Platerías... Bautismos que dan cuenta de un Medievo gremial y artesano. Calles que muestran sutiles la historia de un pasado añejo; que relatan en su recorrido la relevancia de unos oficios entonces latentes y, ahora, dormidos plácidamente en el insensato olvido. Bien que a muchos les hayan sustituido ya las máquinas. Bien que a otros ya esté por sustituirles la Inteligencia Artificial. Pero, igual que siempre está bien tener una vela a mano cuando estalla una tubería que trunca el sistema eléctrico y se ha sido demasiado perezoso, demasiado poco precavido, como para comprar unas pilas nuevas para la linterna, ¿qué pasará cuándo todas esa máquinas dejen de funcionar? Que lo harán... Si no lo crees, mira ese móvil que te compraste hace cuatro años –con suerte– y que ya no sube del 60 por ciento de batería. «Obsolescencia progr - Las vergüenzas del caso Errejón
El mediático juicio por la supuesta agresión sexual que Iñigo Errejón cometió sobre Elisa Mouliaá nos da luz sobre algunos aspectos que son dignos de ser mencionados y que dejan al descubierto algunas vergüenzas. No voy a cometer el error, tan común últimamente, de disfrazarme con una toga y dictar sentencia sobre lo sucedido, ya que esa responsabilidad recae única y exclusivamente en la justicia. Es más, mi opinión sobre lo que pudo pasar entre estas dos personas creo firmemente que carece de valor alguno. Eso sí, en lo que me quiero fijar es en las certezas que nos está ofreciendo este caso. Una de ellas es que uno de los dos miente. No hay más que escuchar las versiones de los hechos que han aportado en sede judicial para darse cuenta de que son diametralmente opuestas. Cada uno vivió los hechos de una manera totalmente diferente, así que será el juez quien determine cuál de las dos versiones se acerca más a la realidad. Otra evidencia es que la hipocresía pestilente que se desprende de es - La era Trump
Trump ha tomado posesión de su cargo el pasado lunes en medio de fastos horteras, como era de esperar, bailando al son de Village People y rodeado de esa élite de millonarios que controlan casi todo, los hombres de Silicon Valley. Tanto poder reunido da vértigo. Las reacciones no se han hecho esperar. En España, la derecha libertaria ve a Trump como a una especie de salvador que generará seguridad y prosperidad en sus decisiones macroeconómicas, persiguiendo la ideología 'woke' y mostrándose inflexible con todo aquello que suponga una amenaza, sobre todo no tendrá piedad con la inmigración ilegal, a no ser que le convenzan las sensibles palabras de la pastora episcopaliana Marian Edgar Budde, quien ha rogado misericordia con aquellos que viven, trabajan y contribuyen en la tierra de las oportunidades con o sin papeles. También se mostrará implacable con las dictaduras comunistas que aún resisten en la América hispana, como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Pero habrá paz, porque Trump no quiere guerras, - El beneficio de la duda
Si hay un principio de Derecho Penal que siempre conmueve por su rotundidad y la sensación de amparo y cobijo que le acompañan, es el que parte de la expresión latina «in dubio pro reo», es decir, el beneficio de la duda, que impone la carga de la prueba al que realiza una acusación. Fue un caso que conmovió a toda España: el asesinato de una mujer de poder omnímodo, casi podríamos decir con rango de emperatriz en el terreno político por la multitud de responsabilidades que había asumido. Los de León recordamos nítidamente lo que estábamos haciendo aquel 12 de mayo de 2014 cuando la noticia comenzó a extenderse como las llamaradas de un inmenso incendio que muerde un bosque en plena sequía. Isabel Carrasco era una mujer muy popular. Sobre una pasarela que cruza el río Bernesga y ante la providencial presencia de un policía jubilado, se desarrollaron los hechos que tuvieron como protagonistas a una madre, Montserrat González, autora material del hecho, y a su hija Triana Martínez, cooperadora - Otra vez Trump
Otra vez Trump, como esa siniestra cigüeña que se aferra al basural, con su pelo zanahoria y su mentón hipertrofiado. Salvó un pavo pomposo el día de Acción de Gracias y se llamaba Musk. Dijo una vez que, si balease al gentío en Times Square, lo seguirían votando. Sus leales, obtusos seguidores: Donald y Pluto estarán entre ellos. Si Walt Whitman resucitara, buscaría otras sendas no holladas.