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- Una reforma incompleta
Hace ya algún tiempo que las ruedas de prensa en el Congreso de los Diputados se han convertido en un espectáculo bochornoso. La degradación que está asolando a los diferentes estamentos de nuestra sociedad también se ha cebado con el periodismo. Es triste, pero algunas de las escenas que acontecen durante las comparecencias de los representantes públicos deberían avergonzarnos y asustarnos, a partes iguales, tanto a los profesionales periodísticos como al resto de mortales. Para corregir una de estas anomalías, hace unos días se ha aprobado en el Congreso un reglamento que fija las normas de comportamiento de los periodistas en la Cámara Baja y determina, según el tipo de infracción, la duración de la retirada de la acreditación de prensa. Por mucho que algunos defiendan que esta medida es un ataque a la libertad de prensa, la realidad dista mucho de esta conclusión, ya que las normas de comportamiento que incluye dicho reglamento son básicas y para nada influyen negativamente en el ejercicio pr - Cortinas de humo
Lo siento por Melody, se merecía haber quedado en mejor posición, pero dicho esto y felicitando a JJ por su bello 'Wasted love' que bien merece ese primer premio, no voy a hablarles de Eurovisión y tampoco escribiré sobre los mensajes intrascendentes publicados porque todo ello me parece una densa cortina de humo. Me preocupa mucho más que solo hayan llegado a Valencia el 9 % de las ayudas que el Estado les debe. Los damnificados de La Palma. El goteo incesante de noticias que van construyendo un muro de corrupción para este gobierno que terminará por destruir no solo la legislatura sino un partido histórico que tendrá que reinventarse. Me preocupa que se pacte con quienes odian a España y no comparten idea de país y además decidan por todos nosotros el futuro a cambio de chantajes que solo generan desigualdad entre territorios. El estado en el que se encuentra la T4 de Barajas, con cuatrocientas personas sin hogar conviviendo entre chinches, facilitando un ataque terrorista, inmigrantes sin papeles, - El pajarín
No sabría decir a qué especie pertenecía. Su tamaño era demasiado grande para llamarlo polluelo y algo escaso para otorgarle el título de pájaro hecho y derecho. Apareció desvalido en mitad de la pista de asfalto del patio del instituto esta semana, durante un recreo. El aparecido chapoteaba en el aire dibujando desesperadas eses con histéricos movimientos de desamparo. Las hordas de chavales deseosos de novedad le rodearon. ¡Pobre pajarín! Como alguien no interviniera, su futuro se adivinaba complicado... tantos ojos, manos y pies a su alrededor. Voces discordantes decidiendo cuál podría ser su mejor destino: «¡cógelo tío!», «¡espera que si lo coges con la mano la madre lo aborrece!» y algún graciosillo de turno aspirante a apuntarse al club de la comedia «¿y si nos lo comemos?». Pero no había demasiada diferencia entre él y los 'pájaros' que lo acechaban. Ambas especies: adolescentes y él, presentaban un plumaje desigual a medio terminar a juego con sus bigotes incipientes, y quizá - Lucha de gigantes
Rebulle Revilla con irrefrenable, rústica indignación. Con cólera republicana. Más no habrá lanzas, mosquetones, ni hojas de guillotina. Si acaso escaramuzas, roña de tertulias y rastrojos, y un grano de arena (rubio cedazo de los desiertos de Arabia) en la inviolable, carpetovetónica retina real. - Un aniversario español
El pasado miércoles Xuasús González recordaba el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, un hito fundamental en el combate doctrinal de la Iglesia contra la herejía arriana. El debate se centraba en la naturaleza de las personas que componen la Santísima Trinidad. Si el Hijo comparte la sustancia del Padre o procede de Él y, como derivada, si el Espíritu procede ambos o sólo del Padre. Estas disquisiciones nos resultan hoy extrañas y lejanas, pero en aquellos primeros siglos del cristianismo y últimos del imperio romano estaban realmente instaladas en la sociedad, y marcaron durante generaciones el devenir político de todo el orbe cristiano y, muy especialmente de la España Visigoda. En estas escasas línea no pretendo resumir su evolución y su alcance, sino solamente destacar el importantísimo papel que jugaron en él varios españoles. El obispo Osio, nacido en Córdoba, presidió el Concilio de Nicea, y a él se atribuye la redacción del credo niceano, que en gran parte coincide con el llamado c