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  • El fuego deja atrás un año histórico en Baver-Els Antigons
    El 2025 será un año difícil de olvidar en Baver-Els Antigons. La joven comisión, de apenas veinte años de historia, ha conseguido la compleja hazaña de vencer en Especial en su tercer año en la máxima categoría de las Hogueras de Alicante. De ahí que la cremà de «Vanity», el monumento con el que se han impuesto este año al resto de comisiones, no fuera una más para los de Babel.
  • Una Cremà con una potente pirotecnia
    Alicante no duerme cuando el fuego llama. Y esta madrugada, más de 200 monumentos entre las 184 hogueras adultas e infantiles y las portadas de barraca fueron pasto de las llamas en una ciudad entregada a su rito más profundo, la Cremà. Este año 2025 con un especial sello pirotécnico pues la pólvora abundó en todos los distritos en una suerte de homenaje al fallecido maestro Pedro Luis Sirvent.
  • Una Banyà que purifica almas en Alicante
    Alicante volvió a abrazar su fuego ancestral con la magia de la Nit del Foc. La ciudad ardió en una danza de luz y ceniza, cuando más de 200 monumentos de las Hogueras se consumieron bajo las llamas purificadoras de la Cremà. Desde lo alto del monte Benacantil, la Palmera abrió el cielo como un conjuro y dio el pistoletazo de salida a una noche en la que el fuego comenzó su obra. Pero fue el agua, de esa Banyà tan esperada, la que desató los gritos y las risas. Miles de jóvenes, empapados y exaltados, encontraron en ella alivio, euforia y, tal vez, algo de redención. Porque en Alicante, el fuego quema, pero el agua limpia el alma.
  • Un manto de perla blanca ilumina el cielo de Alicante
    Alicante se detuvo por un instante. Las luces del castillo de Santa Bárbara se apagaron y el murmullo de la multitud se desvaneció como un suspiro colectivo. Eran las doce en punto del 24 de junio y, como cada año, los ojos se alzaron al cielo. Entonces ocurrió: un trueno seco rasgó la noche y, tras él, estalló la Palmera, el emblema más brillante y esperado de la Cremà. Durante 18 segundos, un manto de perla blanca se extendió sobre la ciudad, dibujando una corona luminosa que cayó como lluvia suave sobre los tejados, los parques, las Hogueras aún erguidas.
  • El fuego inicia el hasta luego
    Últimos días de fiesta en Alicante. Les Fogueres de 1975 tocaban a su fin con un calendario repleto de actos por cada rincón de la ciudad. Alfonso el Sabio se había alzado con el premio de la hoguera de categoría especial, seguida de la del Mercado; no era –como ya saben- atenuante. Todas pasarían por el trago de la cremà que concentraba el epílogo de unas fiestas intensas que habían puesto patas arriba a todos los barrios de la capital.