Portada del periodico La Nueva Crónica:
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Noticias
  • Algo a lo que agarrarse
    Plantarme cada jueves ante este espacio, preguntar en la redacción «¿de qué opino?» y negociar con Jesús Coca un cambio de turno en condiciones siempre ventajosas para él que me obligan a acabar negándome es prácticamente ya una tradición, hasta el punto de que el Ayuntamiento de León está a punto de incluirla en el programa de San Froilán junto con empotrar camiones bajo el puente de San Marcos, asegurar con vehemencia que «este sí» es el año de la Cultural y ejercitar el esternocleidomastoideo saludando con un leve movimiento de cabeza al vecino cuando te cruzas con él. Pocas cosas nos quedan ya de nuestro León, que parece marchar camino de convertirse en un nuevo Port Aventura de la escapada de fin de semana para el pijo madrileño, pero que al menos estos días intenta conectar con sus raíces aunque ni los carros tengan demasiadas ganas de pasar por la capital de no ser por el premio económico, ni las doncellas y los pendones lucen el mismo brío que hace años, aunque al menos ahí sí p
  • La hora de las escritoras leonesas
    De vez en cuando se escucha, se lee: «escritores leoneses». Escritores y leoneses es una buena combinación. Una combinación ganadora, ha ganado premios, ha ganado lectores y sobre todo ha ganado belleza. Colinas, Luis Mateo, Llamazares, Gamoneda, Merino, Aparicio, Mestre y un largo y brillante etcétera. Pero, ¿qué pasa con la otra combinación, qué pasa con «escritoras leonesas»? Escritoras leonesas es una combinación real, es una combinación que lleva años sucediendo, con Aldecoa, con Elena Santiago, con Preciado, y lo que es mejor: está sucediendo ahora mismo y va a seguir sucediendo en el futuro. ¿Por qué lo sé? Me baso en datos. En estos meses publica Raquel Peláez, periodista y escritora de Ponferrada, que lanza 'Quiero y no puedo' desde Madrid, una crónica periodística aguda, divertidísima y bien documentada sobre la historia de los pijos y de las aspiraciones de la clase media en España. Violeta Serrano, maragata y porteña a un tiempo, novela en 'Hijas de nadie' vidas cruzadas de Bar
  • Mala y peligrosa
    Que el nuevo Comisario de Agricultura y Alimentación de la Unión Europea, Christopher Hansen, no tenga que rendir cuentas a la vicepresidenta de la Comisión, Teresa Ribera, es una buena noticia para los agricultores leoneses y para todos los agricultores de los veintisiete países. Pero no es poca preocupación que a la española se le hayan otorgado competencias en medio ambiente y transición ecológica, desde donde nos apretará las tuercas en aspectos tan relevantes como la gestión del medio ambiente y dentro de este la de las especies salvajes, así como sobre la gestión de la política hidráulica y su extensión a la agricultura de regadío. Pero también de ella dependerá la política de facilidades para las empresas eólicas y sobre todo fotovoltaicas, que tanto daño hacen destruyendo el terreno agrícola y de pastos del que viven nuestros agricultores y ganaderos, y ya sabemos de qué parte está la hasta ahora mano derecha de Pedro Sánchez. Difícil que bajo su mandato, nada más y nada menos q
  • Decididamente, esto está cambiando
    La pandemia fue, quizás, la situación traumática que lo precipitó, el catalizador que cambió nuestro tiempo. Pero ya venía de antes. Lentamente los pueblos, por comodidad y mejor servicio para una población que envejece y no se renueva, se habían vaciado camino de las ciudades, mientras, a su vez, las ciudades, nuestra ciudad por supuesto, cambian la edad media y con ello su actividad. Añádanse las directrices europeas de mejora medioambiental y una crisis económica a caballo de la pandemia, justo cuando se empezaba a levantar cabeza de crisis gorda del 2008 y siguientes. Un coctel explosivo. Y todo en unos pocos años. Y como este país vive en la calle, esa calle empieza a ser otra. Y dentro de ella, los bares, esa especie de centros sociales, de lugares de encuentro y participación y que son el una de las señas nacionales. Se peatonalizó Ordoño. Había que mejorar las condiciones del aire que respiramos, emponzoñado por los motores de explosión… y las calefacciones, por ejemplo. La alcaldía
  • Abracemos la pobreza
    Hemos vivido 100 años de bonanza fundamentados en cuatro pilares: la proliferación de la clase media, el capitalismo, el fomento de la propiedad privada y la libertad. Esos pilares nos han permitido que cada generación vivamos mejor que la anterior. Aunque, a pesar de avances en «derechos sociales», en industria y en tecnología, mi generación, la generación de los nacidos en los 80, empezamos a vivir peor que nuestros padres. A algunos de ustedes les puede chirriar esto que les digo, pero es así. No hay que equivocar «vivir mejor» con ser más «disfrutones», porque, aunque vivamos peor, todo a nuestro alrededor está diseñado para que ni nos demos cuenta y equivoquemos la felicidad y la comodidad a largo plazo con pequeños momentos que, a modo de espejismo, nos hacen pensar que vivimos muy bien. Y digo que todo a nuestro alrededor está diseñado así, porque efectivamente está diseñado artificialmente por gobiernos, medios de comunicación, redes sociales, grandes corporaciones, la propia socied