Portada del periodico La Nueva Crónica:
Newspaper website Sitio web





Noticias
  • La vida un tiempo después
    El despertador tiene el mismo sonido que cada día, aunque hoy no suena igual. Aprovecha las primeras horas de la mañana para sentarse a tomar un café, y lo hace antes de que amanezca. Una hora después el pequeño despierta con ganas de un tazón de leche con galletas mientras disfruta de sus dibujos favoritos. Hoy es sábado, no hay colegio y todo vale. Ella le mira mientras desayuna, y le ve a él. Recuerda a la perfección el sonido de su móvil. Después de aquel día, no fue capaz de escuchar ese 'riiiing' nunca más. Años con el teléfono en silencio, y con la foto de su hermano de fondo de pantalla. La conversación, eso sí, imposible de rememorar. Es como si los minutos después de la llamada se hubiesen fundido a negro, porque tampoco tiene la imagen de ella misma en el coche viajando para toparse con una realidad que durante kilómetros deseó con todas sus fuerzasque fuera mentira. Estuvo media vida bajando al pozo intentando que las horas pasaran fugazmente para volver a ver la luz del sol tras r
  • Un nuevo periodismo
    El anuncio del cierre de Relevo por parte de Vocento volvió a dejar claro el nulo reconocimiento que tiene el arte de juntar letras. Desde su apertura, la apuesta deportiva del grupo comenzó a anunciar a galácticos de este gremio, todos referentes en sus quehaceres particulares. Incorporó especialmente a periodistas muy bien informados en el tan complejo e interesado universo del mercado de fichajes que dotaron de credibilidad desde el primer momento a sus noticias. También eligió un enfoque diferente para sus reportajes, contando historias desde un prisma diferente, más personal. Relevo se presentó con la osadía de prometer «un nuevo periodismo» y, con sus salidas del tiesto, que claro que también tuvo, en cierto modo lo cumplió. Lo que no vio Relevo es que una gran parte de la sociedad no sabe o no quiere distinguir las diferentes formas de desarrollar esta profesión. Es curioso que las respuestas al cierre de este digital se llenaran de pobres diablos que celebraron la noticia porque era un medio
  • La importancia del saber estar
    Andaba un servidor con el privilegio de ser los pies de Nuestra Madre de la Divina Gracia la pasada Semana Santa cuando, habiendo dejado atrás la calle Santa Cruz e iniciando el paso por la Plaza Mayor, me llevé una sorpresa que jamás pensé haberme llevado. En León hay muchas procesiones serias y solemnes. La mayoría lo son. Pero si hay una que destaca últimamente por encima del resto -que me perdonen todas ellas-, esa es la de la Redención. Y en esa, en la que las horquetas marcan el latido del viejo Reino, el público empezó a aplaudir tras una maravillosa interpretación de la Agrupación Musical de Angustias y Soledad. No seré yo quien se muestre impasible ante esos dulces y agradables sones (a ver quién es el valiente al que no se le escapa una sonrisilla escuchándoles), pero hay ocasiones en las que el silencio es la mejor respuesta. Indudablemente esa era una de ellas. No me hizo falta pedir a los hermanos que se subiesen los capillos: el intercambio de miradas y un pequeño susurro en alguna v
  • Libros, autores, tristezas
    Grande es el debate sobre la distribución o no del libro de Luisgé Martín –que no de José Bretón, sino sobre tal asesino vicario–. Mas, si grande el debate, mayor el sospechoso silencio de muchos escritores e intelectuales (¡Ay tiempo de impermeables y polivalentes apolíticos!). Y yo me pregunto: ¿qué llevaría al autor a, conociendo –como parece– al criminal y los crímenes de que trata, no ponerse en contacto con la mujer principal víctima viva de tan monstruosos asesinatos? Qué duda cabe que debe ser respetada la libertad de creación, así como la libertad de expresión y prensa, pero, ¿por qué clase de literatura olvidar –como usual es cada día más en todos los ámbitos– la existencia del otro, de los otros? ¿Por qué no prever éticamente, el daño moral y hasta físico que se puede infringir a ese otro con voluntad o sin ella? ¿Qué pensó el autor para no ficcionar sus personajes? ¿No leyó u oyó hablar de «la banalidad del mal», de Hannah Arendt? No respondo, detesto los
  • Casetas
    Más de un centenar de personas llegaron a vivir a mediados del siglo pasado en Casetas, un barrio de la localidad de Oceja de Valdellorma, que pertenece al municipio de La Ercina, en la Montaña Oriental Leonesa. Tal vez te suene por 'Los 14 de Casetas', que es como han pasado a la historia los fallecidos en la trágica explosión de grisú, el 10 de junio de 1954, en la mina La Única. Han pasado ya setenta años –aquí mismo lo recordábamos por su aniversario– y aún sigue estremeciendo su recuerdo… Casetas nació, precisamente, para albergar a buena parte de los trabajadores de La Única –la mina llegaría a contar con alrededor de medio millar, distribuidos en tres relevos, durante las veinticuatro horas del día–. Había escuela, panadería, carnicería, bar, economato…; prácticamente de todo… salvo iglesia. Me lo contaban hace ya algún tiempo Rosi y su marido, José Luis, que viven en una de las dos casas que siguen abiertas. La otra es la de la madre de Rosi, Isabel; su padre, Máximo con